Mariano F. ENGUITA (2004): “El trabajo en la Sociedad del conocimiento”, en Educar en tiempos inciertos.
A finales del siglo XIX y principios del XX nos
encontramos con una ideología que estaba en contra de que la escuela pudiera
formar parte con la economía. La fábrica resultó el final con la economía de subsistencia
y con el trabajo propio, para tener que someterse a rutinas de la ordenación
colectica del trabajo y de la precisión para aprovechar la maquinaria tan
encarecida. Hubo grandes enfrentamientos por dicho cambio ya que, los
campesinos no querían llevar a cabo esas nuevas condiciones. Sin embargo, otras
generaciones más jóvenes lo acataron, más suavemente.
Por lo que la escuela solo tuvo que volver adaptarse
(cómo lo tiene que hacer siempre) como un intermediario entre la vida familiar
y la laboral, en ella es donde se educaría a los niños, para que después
pudieran trabajar con ese orden burocrático, disciplinario, a concebir la
importancia del tiempo… es decir, desarrollar necesidades de conducta adecuada
para dicho trabajo o lo que es lo mismo, adaptarse a la sociedad que le había
tocado vivir.
En cuanto a la profesión docente, una profesión se
distingue por su cualificación y por su autonomía, en comparación con un
colectivo de trabajadores de una fábrica. Una característica importantísima de
la escuela, es su empeño en el desarrollo personal, que era impensable hasta la
incorporación de la mujer, observando, por ejemplo, que en la mayoría de las
facultades de educación predomina la mujer, en respecto del hombre.
Las empresas, para reconocer las cualificaciones de
los profesionales que salen de las facultades, requieren un titulo o
certificado en las que se expongan cuales son de forma credencial, esas
cualidades. Esas cualificaciones consisten en tener una base teórica con
ciertas rutinas, para después resolver problemas que se propongan a través de esas rutinas y ver cuál es la más
eficaz, para finalmente ser nosotros mismos los que podamos crear nuevos
problemas o retos. Por todo esto, aumenta la competitividad y las
cualificaciones van ser mucho más flexibles. Con todo esto se crean tres tipos
de conocimientos: operativo (especializarse en cierto número de tareas, no en
todas porque sería imposible, pero sí en su mayoría), profesional (por el que
tener una cierta experiencia para abordar los problemas) y científico (engloba
situaciones viejas y a su vez crea unas nuevas). El cambio es fundamental para todas estas
tareas ya que, van cambiando o creándose nuevas, aunque todos crecen al mismo
tiempo.
La educación tiene mucha importancia económica y social en nuestros días, más que nunca; lo
que afirma la entrada a una era o sociedad de la educación. La economía puede
entenderse como una estructura donde confluyen: materia, energía e información.
Una sociedad cambia cuando uno de estos elementos cambia a gran escala. El
poder diferencial de estos elementos son los que mueven las sociedades
básicamente y son: la propiedad, la autoridad y la cualificación.
Lo más característico de la era del conocimiento es
el papel que juega la cualificación, es decir, desempeñar profesionales
cualificados para una tarea, o como se está llevando en la actualidad, para
realizar todas las tareas posibles dentro de su campo. Actualmente estamos
viviendo la “Tercera Revolución Industrial” la era de la comunicación y la
tecnología, algo, que vemos todos los días. Siempre pegados al ordenador, al
móvil, a las redes sociales. Vivimos en una época de un exceso de información
que nos llega por todas partes y no solo de los medios de comunicación.
Personalmente creo que tanto las empresas como la
escuela están muy relacionadas entre sí, aunque cada una es diferente, es independiente
la una de la otra a pesar de estar relacionadas en muchos ámbitos que
comparten, para conseguir unos fines, que sería conseguir siempre a los
mejores; aunque haya momentos en los cuales por ejemplo la empresa no se
ajuste, o sea la más adecuada, para la escuela y viceversa.
Otro de los aspectos por los cuales son tan
distintas la una de la otra es que, es probable que la economía ayude a la
escuela en ciertos sentidos, pero, la escuela se encarga de personas, de
desarrollar y enseñar a seres humanos que no tienen una sola línea recta por la
que moverse, sino que eligen la que más le conviene en cada momento, y utilizan
diferentes tecinas para solucionarlas; mientras que la economía está basada, en
su mayoría, en datos, números, es decir, factores que son totalmente objetivos.
Finalmente creo que esta era de la información en la
que vivimos, es muy beneficiosa para algunos campos como son por ejemplo la
creación de nuevos empleos, pero su contraposición es la de destrucción de
otros muchos y el poder prescindir de personas en esos puestos, dado que hay
maquinas que están diseñadas para esas tareas.
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